Fotografias JuanMa Finol
A la entrada del Palco de Honor del estadio Santiago Bernabéu se dejaba ver lo especial que era para ellos lo que estaba por suceder, llega un redactor minutos antes de que comenzara el evento y la gente de prensa le comenta: “de tu redacción han venido seis” y el periodista responde “puedo entrar, aunque no me toque… es que ésto es histórico”. Con una sonrisa le dan acceso y le comentan: “si hombre entra que nadie se lo quiere perder”.
No es para menos. Es la finalización de una etapa de Raúl, un hombre que se ganó el puesto de capitán a pulso y además se convirtió en un estandarte del Real Madrid tan importante como el escudo de la camiseta que tanto defendió. Hasta José Mourinho quiso estar presente y minutos antes de la llegada del Capitán Blanco tomó su lugar en el Palco de Honor para escuchar cómo se despedia el máximo goleador del madridismo. El “7” llegó procedente de Valdebebas donde había pasado por la mañana a despedirse de sus compañeros y del personal con quien compartió tantos entrenamientos y recuperaciones como la realizada después de la lesión que sufrió en La Romaleda (Zaragoza) luego de su último gol en la Liga Española.
Muchos recuerdos durante el video que preparara el conjunto blanco. Fue un repaso de su carrera en 4 minutos a través de una pantalla. Mientras lo observaba, González Blanco dejo escapar algunas lagrimas que fueron aliviadas por el ánimo que provenía desde el Fondo Sur donde cientos de aficionados aplaudían y gritaban frases de cariño. Nervios, tristeza, emoción, sentimientos encontrados era lo que vivía Raúl, pero no solo él, trabajadores del club, directivos, y periodistas, no pudieron contener sus emociones y expresaban palabras de agradecimiento al que consideran un estandarte del Real Madrid.
Arropado por los trofeos levantados con la camiseta blanca, Raúl ofreció un discurso de agradecimiento a “todos” porque no quería olvidar a nadie dando nombres y reconoció que era un hasta luego al acotar: “reafirmo aún con más fuerza mi compromiso con este club y la lealtad con sus valores, siempre estaré dispuesto para lo que me necesiten, gracias desde mi corazón de futbolista y ¡Hala Madrid!”.
Al finalizar sus palabras, quienes se dejaron oír fueron los fanáticos congregados para despedir a su “Gran Capitán” que pedían que el “7” pisara el verde del Bernabéu para tenerlo cerca, en su andadura al Fondo Sur volvieron a brotar lágrimas por el cariño recibido, volaron camisetas blancas y rojas, fotografías, libros y hasta el capote de torero con el cual González Blanco celebraba sus títulos. Mientras esto sucedía algunos periodistas afirmaron que el Club no comunicó que abrirían las puertas para despedir a Raúl, “si la gente se hubiera enterado seguro que fueran muchos más” afirmaba Tomás Roncero periodista del Diario As.
Con los deberes hechos
Ya más relajado y frente a los medios de comunicación Raúl se mostró sonriente, menos nervioso y respondiendo todas las preguntas referentes a su despedida del Real Madrid y dejando de lado las que se referían a su futuro dijo: “hoy es el día de decir adiós a mi equipo, ya mañana habrá tiempo para hablar de mi futuro” respondiendo a una periodista alemana. Las palabras más repetidas por los profesionales allí presente fueron “gracias” y “suerte”. Agradecimientos por su trayectoria como futbolista dentro y fuera del terreno y buenos augurios por lo que será su próximo destino.
“Me apetece seguir jugando, vivir una experiencia fuera de España, conocer otro fútbol, otras culturas… por ahora quiero jugar al fútbol” expresó González Blanco y dejó ver que aunque para el portugués Mourinho contaba como jugador, él quiere disputar más minutos y para ellos busca nuevos caminos porque “viene gente joven con mucha fuerza y era mi última oportunidad para poder tener una experiencia fuera” acotó.
Tuvo para todos, grandes nombres salieron a relucir: Di Stefano, Sanchiz, Butragueño, Del Bosque, Valdano y hasta Guardiola que lo considera el mejor compañero fuera del Real Madrid “por lo que viví con el en la selección y porque en el campo era entrenador ya”. Como persona confesó que el recuerdo más emocionante que se lleva del club blanco fue cuando les dijo a sus padres que iba a debutar con el primer equipo en Zaragoza y la imagen de su padre con la mano temblorosa tratando de comerse una sopa.
Para finalizar, Raúl que siempre ha estado en el ojo del huracán desde el día de su debut les dejó un recado a todos sus detractores “la crítica me ha hecho crecer y mejorar, ahí está mi carrera; he intentado respetar a todos, no he tenido problemas con nadie y me voy orgulloso y contento”.
De seguro, el “eterno 7” como lo denominan algunos periodistas deportivos de Madrid, se ha convertido en una leyenda para el madridismo, y no faltarán los que hablen bien y los que hablen mal de su trayectoria. Los números lo convierten en uno de los mejores futbolistas no solo con el Madrid sino también con su selección y que podrá seguir dando frutos allá donde vaya. Porque en definitiva el buen hijo siempre regresa a su casa.
No es para menos. Es la finalización de una etapa de Raúl, un hombre que se ganó el puesto de capitán a pulso y además se convirtió en un estandarte del Real Madrid tan importante como el escudo de la camiseta que tanto defendió. Hasta José Mourinho quiso estar presente y minutos antes de la llegada del Capitán Blanco tomó su lugar en el Palco de Honor para escuchar cómo se despedia el máximo goleador del madridismo. El “7” llegó procedente de Valdebebas donde había pasado por la mañana a despedirse de sus compañeros y del personal con quien compartió tantos entrenamientos y recuperaciones como la realizada después de la lesión que sufrió en La Romaleda (Zaragoza) luego de su último gol en la Liga Española.
Muchos recuerdos durante el video que preparara el conjunto blanco. Fue un repaso de su carrera en 4 minutos a través de una pantalla. Mientras lo observaba, González Blanco dejo escapar algunas lagrimas que fueron aliviadas por el ánimo que provenía desde el Fondo Sur donde cientos de aficionados aplaudían y gritaban frases de cariño. Nervios, tristeza, emoción, sentimientos encontrados era lo que vivía Raúl, pero no solo él, trabajadores del club, directivos, y periodistas, no pudieron contener sus emociones y expresaban palabras de agradecimiento al que consideran un estandarte del Real Madrid.
Arropado por los trofeos levantados con la camiseta blanca, Raúl ofreció un discurso de agradecimiento a “todos” porque no quería olvidar a nadie dando nombres y reconoció que era un hasta luego al acotar: “reafirmo aún con más fuerza mi compromiso con este club y la lealtad con sus valores, siempre estaré dispuesto para lo que me necesiten, gracias desde mi corazón de futbolista y ¡Hala Madrid!”.
Al finalizar sus palabras, quienes se dejaron oír fueron los fanáticos congregados para despedir a su “Gran Capitán” que pedían que el “7” pisara el verde del Bernabéu para tenerlo cerca, en su andadura al Fondo Sur volvieron a brotar lágrimas por el cariño recibido, volaron camisetas blancas y rojas, fotografías, libros y hasta el capote de torero con el cual González Blanco celebraba sus títulos. Mientras esto sucedía algunos periodistas afirmaron que el Club no comunicó que abrirían las puertas para despedir a Raúl, “si la gente se hubiera enterado seguro que fueran muchos más” afirmaba Tomás Roncero periodista del Diario As.
Con los deberes hechos
Ya más relajado y frente a los medios de comunicación Raúl se mostró sonriente, menos nervioso y respondiendo todas las preguntas referentes a su despedida del Real Madrid y dejando de lado las que se referían a su futuro dijo: “hoy es el día de decir adiós a mi equipo, ya mañana habrá tiempo para hablar de mi futuro” respondiendo a una periodista alemana. Las palabras más repetidas por los profesionales allí presente fueron “gracias” y “suerte”. Agradecimientos por su trayectoria como futbolista dentro y fuera del terreno y buenos augurios por lo que será su próximo destino.
“Me apetece seguir jugando, vivir una experiencia fuera de España, conocer otro fútbol, otras culturas… por ahora quiero jugar al fútbol” expresó González Blanco y dejó ver que aunque para el portugués Mourinho contaba como jugador, él quiere disputar más minutos y para ellos busca nuevos caminos porque “viene gente joven con mucha fuerza y era mi última oportunidad para poder tener una experiencia fuera” acotó.
Tuvo para todos, grandes nombres salieron a relucir: Di Stefano, Sanchiz, Butragueño, Del Bosque, Valdano y hasta Guardiola que lo considera el mejor compañero fuera del Real Madrid “por lo que viví con el en la selección y porque en el campo era entrenador ya”. Como persona confesó que el recuerdo más emocionante que se lleva del club blanco fue cuando les dijo a sus padres que iba a debutar con el primer equipo en Zaragoza y la imagen de su padre con la mano temblorosa tratando de comerse una sopa.
Para finalizar, Raúl que siempre ha estado en el ojo del huracán desde el día de su debut les dejó un recado a todos sus detractores “la crítica me ha hecho crecer y mejorar, ahí está mi carrera; he intentado respetar a todos, no he tenido problemas con nadie y me voy orgulloso y contento”.
De seguro, el “eterno 7” como lo denominan algunos periodistas deportivos de Madrid, se ha convertido en una leyenda para el madridismo, y no faltarán los que hablen bien y los que hablen mal de su trayectoria. Los números lo convierten en uno de los mejores futbolistas no solo con el Madrid sino también con su selección y que podrá seguir dando frutos allá donde vaya. Porque en definitiva el buen hijo siempre regresa a su casa.
Que grande Raúl.. Una historia viva para el Madridismo.. De que vuelve vuelve... Un abrazo JuanMa...
ResponderEliminarHermano yo que no soy madridista me senti conmovido porque la trayectoria de este crack va mas alla del club merengue y pertenece a la patria a la que todos pertenecemos, El Futbol.
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